Publicación: Diciembre 2016

Prensa: Diario La Hora

Ingeniero creó un modelo para elegir la carrera que más conviene según las fortalezas, el interés y el sentido de la labor que se realizará.

En este momento hay 290 mil estudiantes esperando los resultados de la Prueba de Selección Universitaria. Muchos de ellos aún no saben qué camino tomar, por eso es importante tener en cuenta algunos consejos que pueden ayudar en esta decisión. “Antes había que ser ingeniero, médico o abogado para tener un buen pasar. Ahora los jóvenes se dan cuenta que pueden desarrollar muchas actividades, no siempre relacionadas con las carreras tradicionales”, dice el ingeniero y consultor Gustavo Rodríguez, quien elaboró un modelo que bautizó como FIS, que ayuda a definir la vocación y que se explica en el uso de las Fortalezas (talentos, conocimiento y experiencias), del Interés en lo que se hace (pasión, atracción y diversión) y de asignarle Sentido a la labor que realizará (valor, logros y efectos).

“La clave está en visualizar un proyecto viable. Yo he visto casos de personas que están en la disyuntiva entre ser ingeniero o hacer carrera en la música; o entre el paisajismo y la medicina. Por eso es importante que el joven reconozca cuáles son las opciones más funcionales a lo que pretende para su futuro, reconociendo aquellas que son aplicables en la realidad”, agrega el especialista. Desde 2013, Rodríguez aplica el FIS en un electivo en la Escuela de Derecho de la Universidad Santo Tomás.

Según el método, los jóvenes deben:

• Imaginar si esa actividad que hoy les atrae lo hará por un largo período de tiempo. Imaginen cómo será la dinámica de ese trabajo.
• Analizar la viabilidad de esa profesión que hoy quieren, evaluar qué espacios de desarrollo existen, y qué oportunidades me ofrece.
• Pensar si quieren trabajar de forma independiente o prefieren ser empleados.
• Imaginar cómo se perciben trabajando en el futuro. Evaluar si desde la profesión  a la que hoy aspiran pueden buscar nuevos horizontes.